“¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?”. Esta es la pregunta con la que el papa Francisco inicia su conocida encíclica Laudato Si’ sobre el cuidado de nuestro planeta, es decir, nuestra casa común. Sin duda, cuando hablamos de nuestra tierra, del medio ambiente, de la creación misma, nuestro pensamiento se dirige a las primeras páginas del libro del Génesis, donde se afirma que Dios puso al hombre y a la mujer en la tierra para que la cultivaran y la cuidaran (cf. Gn 2,15)