El espiritu de Dios y la creación
La revelación presenta la acción creadora de Dios como fruto de su omnipotencia (Padre), de su sabiduría (Hijo) y de su amor (Espíritu). El Dios Trinitario –en donde el Padre Eterno es el Creador, el Verbo establece la Palabra o forma de la creación, y el Espíritu Santo crea la unidad, vinculando todo desde el amor–, no solo crea el universo sino que lo mantiene en una continua y permanente creación, mostrando así la presencia de la Santísima Trinidad en medio de la historia humana.