"Este es el Cordero de Dios"
(Jn 1, 29-34)
Reflexionemos: “Uno de los signos principales y centrales del Bautismo es el agua. El agua es el origen de cualquier tipo de vida. Es el amor de Dios que se derrama sobre nosotros y que en nosotros se transforma en una fuente inagotable” (del libro Naciendo a la vida cristiana, Paulinas, Colombia).
Oremos: Jesús Maestro, lo que me acontecerá hoy lo ignoro, pero sé que nada sucederá sin que tú lo hayas previsto y orientado a mi mayor bien desde toda la eternidad, y esto solo me basta. Amén.
Actuemos: Hoy me propongo ser testimonio de la presencia de Dios en mí.
Recordemos: “Yo lo he visto y doy testimonio de que este es el Hijo de Dios”.
Profundicemos: Contemplar a Jesús Vida: el dinamismo bautismal de la caridad que transforma hasta las situaciones más cotidianas son convicciones que actúan dentro de nosotros como una fuerza viva que orienta nuestras decisiones.
Recomendado: Naciendo a la vida cristiana