“Todos los odiarán a causa de mi nombre, pero ni un cabello de su cabeza perecerá”
(Lc 21, 12-19)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
“Por ello, métanse bien en la cabeza que no tienen que preparar su defensa, porque yo les daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario suyo”.
Jesús anuncia que habrá persecuciones a la comunidad cristiana, pero nos los abandonará y siempre los protegerá.
Seguir a Jesús, no es un camino llano y florido, sino un camino donde las dificultades, están a la orden del día. Tenemos hermanos y hermanas a lo largo y ancho del mundo que son perseguidos a causa de su fe y seguimiento de Jesús. Él fue el primero que sufrió la persecución y que sigue siendo perseguido en quienes siguen sus huellas.
El que persevere hasta el final se salvará. Hagamos nuestras estas palabras del P. José Antonio Pagola: “La llamada de Jesús a perseverar, ha de hacernos pensar. es un error demonizar la crisis actual viviéndola como una situación imposible. Dios no está en crisis. Continúa actuando en cada ser humano”.
Preguntémonos: El que persevere hasta el final se salvará. ¿Eres capaz de caminar en la vida sin soltarte de la mano de Dios?
Oremos: Señor Jesús, crea en mí un corazón fuerte y valiente, capaz de enfrentar con fe las dificultades que el seguirte muchas veces conlleva. Un corazón, que pese al temor o las contrariedades, nunca se separe de ti. Amén.
Reflexionemos: En nuestra vida diaria, no faltan ocasiones para hablar y testimoniar a Jesús y su Evangelio.
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