“¡Si reconocieras lo que conduce a la paz!”

(Lc 19, 41-44)

El Evangelio de hoy nos presenta una escena muy conmovedora, Jesús llora por Jerusalén y usa una expresión muy significativa: “si reconocieras lo que conduce a la paz”. Hoy Jesús nos dice esta frase a cada uno de nosotros; cuántas veces no hemos reconocido su presencia en nuestras vidas, no hemos permitido que él toque nuestro corazón, que transforme nuestro ser, sino que nos hemos dejado llevar por lo que nos presenta el mundo, olvidándonos de lo esencial de la vida, no hemos reconocido que en lo simple y lo sencillo descubrimos el verdadero amor.

Reflexionemos: ¿Reconozco la presencia de Dios en mi vida? ¿Soy consciente de los pequeños detalles cargados de amor?

Oremos: Señor, toca nuestro corazón con tu Palabra, que logremos reconocerte en nuestra vida y así ser testigos de tu amor para los demás.  Amén. 

Actuemos: Con un gesto sencillo voy a demostrar mi cariño a alguien cercano.

Recordemos: “¡Si reconocieras lo que conduce a la paz!”

Profundicemos: “La paz comienza con una sonrisa” (Papa Francisco).

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