“El Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados”

(Mc 2, 1-12)

Reflexionemos: “En actitud de fe orante, la Palabra se convierte en sacramento de salvación, se hace dentro del orante “acción”. Es fecunda y es creativa. Por eso lleva consigo un ritmo de conversión. De éxodo, de salidas. La Palabra purifica la mente y la cambia en verdad luminosa. La Palabra engendra sentimientos en el corazón y la convierte en vida de fuente divina” (del libro Climas de Oración, Paulinas, Colombia).

Oremos: “Señor, Dios de lo imposible, clamo a ti en este momento y deposito en ti mi confianza, mientras te pido que restaures mi salud. Envía tu Espíritu Santo sobre los profesionales que están acompañando este tratamiento”. 

Del libro Mensajes y oraciones para diversos momentos, Paulinas, Colombia.

Actuemos: En esta jornada me acercaré a un profesional de la salud y agradeceré su servicio a la humanidad que sufre.

Recordemos: “Al igual que en la oración de petición, todo acontecimiento y toda necesidad pueden convertirse en ofrenda de acción de gracias” (CIC, 2638).

Profundicemos: “Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados son personados”.

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